Ayer tuvo lugar el 1er Encuentro Nacional sobre Periodismo y Vida Municipal, donde se hizo una reflexión sobre la intensa transformación que está teniendo lugar en el periodismo. Estos cambios se refieren tanto a la situación económica actual, como a la evolución de las tecnología especialmente en esta profesión.
Desde el tiempo en que los periodistas transmitían los primeros mensajes telegráficos en la linea de frente, ha llovido mucho. Hoy en día, cada miembro la sociedad ha pasado a ser periodista, fuente y origen de todo aquello que es noticia. Claro ejemplo es la Primavera Árabe, que no necesita de profesionales para que todo el mundo sea conocedor de lo que está sucediendo.
En el Congreso sobre Periodismo y Vida Municipal, se ha hablado también de que, a pesar que el periodismo sufre una etapa de declive, se nos presenta un nuevo reto. Un reto relacionado con la manera de hacer periodismo; hablamos de la velocidad, el cambio y la verosimilitud. Si antes tardaban una semana en comunicar la situación de la Guerra de un continente a otro, hoy estos días de retardo se reducen a minutos o incluso segundos.
Nuestro objetivo tiene que ser la superación, no el estancamiento. Sin los periodistas, los poderes se vuelven despóticos. Tal y como ha afirmado el director de ABC, Bieito Rubido, el poder necesita al periodista "para frenar su proceso de expansión y de ego". Nuestra función ha de ser informar, independientemente del soporte o el modo en que esto se haga.
Me gustaría acabar con una frase de Hans Christian Andersen: "La prensa es la artillería de la libertad".
Usemos, pues, nuestras armas...
Laura Herreras López
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