miércoles, 28 de noviembre de 2012

LA RADIO, MUCHO MÁS QUE UN MEDIO DE COMUNICACIÓN

La radio, tal y como se conoce es mucho más que un medio de comunicación. Para los internos de un hospital psiquiátrico en El Salvador es su mejor medicina. La mejor forma de afrontar el día, de superar sus miedos y de hacer frente a sus problemas.
Os dejo pues un artículo sacado de la página Web del periódico “El Mundo” que me ha dejado con muy buen sabor de boca.

Huele a manzanilla. Como cada sábado, los internos del hospital psiquiátrico de El Savador, el único en la Quinta Región de Chile, se preparan para convertirse en los protagonistas de las ondas radiofónicas. Las entrevistas y los temas de actualidad se entremezclan con canciones y con mensajes de apoyo para los enfermos.
Rodrigo, Juan y Roberto, entre otros, son puntuales a su cita. Hasta hace unos meses eran pacientes internos del psiquiátrico de Valparaíso, ahora son pacientes externos y hacen un programa de radio para sus compañeros. El hospital es uno de los más modernos de Chile. Entre otros servicios, el centro médico está dotado de una Unidad de Dispositivos Comunitarios que tiene ocho hogares, dos residencias y tres hospitales diurnos a su cargo.
"Para mí es una terapia que también ayuda a escuchar a la gente que nadie la escucha. Hay gente que lleva aquí casi un año, o incluso más. Echan de menos a su familia, a sus hijos, y esta es una muy buena forma para que se pongan en contacto y para que pasen su enfermedad", argumenta Rodrigo, uno de los encargados de dirigir Radio Diferencia.
Ondas en lugar de drogas
Gracias a las ondas, a los medicamentos y a su voluntad, el programa radiofónico 'Escuchando Voces' de Radio Diferencia lleva ocho años funcionando. Como si del sillón de Freud se tratara, la radio hace de herramienta terapéutica. El micrófono se convierte en el poder con el que el paciente psicótico se expresa libremente.
El pequeño estudio se encuentra a un costado del hospital, junto al campo de fútbol donde los internos hacen ejercicio. Dos micrófonos, un amplificador y una mesa de mezclas son más que suficientes para lanzar al aire las alegrías y las penas de este grupo de pacientes psiquiátricos.
"Funcionamos como una organización totalmente autónoma, nosotros no dependemos del hospital, ni del Gobierno ni de nadie. La organización está conformada por pacientes psicóticos del hospital. Nuestros programas los desarrollamos con la gente interna del hospital, trabajamos para ellos. Cada sábado llegan, hacen entrevistas, les preguntan sobre cómo está su estado de salud, les mandan saludos…", manifiesta Luis Bernal, el organizador del proyecto.”

Marina Fuster

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